Qué ver en Alba Iulia
Ruta por Rumanía
Alba Iulia no es una ciudad cualquiera. Con su forma de estrella, su historia y su arquitectura imponente, hacen que valga la pena la parada. Hoy quiero contarte cómo llegar, qué ver en Alba Iulia y qué hacer después para seguir disfrutando de esta región.
Llegamos desde Timișoara, después de varias horas de carretera atravesando paisajes de postal. El viaje fue largo, pero el trayecto mereció la pena. Si buscas una alternativa más corta, desde Sibiu está a poco más de una hora, y también es una combinación perfecta.
🚗 Cómo llegar y dónde aparcar en Alba Iulia:
Viajando en coche, encontrar aparcamiento gratuito es siempre un pequeño triunfo. Nosotros aparcamos en un punto muy tranquilo y sin coste, te lo indico en el mapa de puntos.
Lo curioso es que, al lado, nos encontramos con la Biserica Mihai Viteazul, una pequeña iglesia ortodoxa con un encanto muy particular. Fue nuestra primera parada improvisada, de esas que no están en el plan pero que terminan siendo parte del recuerdo. Desde allí, caminamos apenas unos minutos hasta la puerta principal de la zona fortificada de Alba Iulia.
Todo está muy cerca, el centro histórico es pequeñito y se puede hacer perfectamente a pie.
Esta fortaleza con forma de estrella es el alma de la ciudad y pasear por sus murallas es como retroceder varios siglos. Cada rincón guarda esculturas, cañones, pasadizos y vistas impresionantes, la verdad que toda la estructura fortificada está en muy buen estado.
Los accesos a la ciudadela no son simples entradas, cada puerta es una obra de arte en sí. Talladas con escenas mitológicas y militares, dan la bienvenida y hacen trasladarte a la antigua Roma. Son impresionantes y un claro ejemplo del legado que dejaron los romanos en Rumanía.
Su espectacular fachada te deja sin palabras, un punto imprescindible qué ver en Alba Iulia. Es un lugar cargado de simbolismo, construido para conmemorar la unión de Transilvania con Rumanía en 1918. El interior está lleno de frescos y detalles que invitan a detenerse y mirar hacia arriba, aquí la entrada es gratuita.
Más sobria por fuera que la anterior, pero con una historia que la convierte en un tesoro. Es uno de los edificios religiosos más antiguos del país. Había que pagar para entrar, así que solo la vimos por fuera.
Este histórico palacio fue residencia de los príncipes de Transilvania en los siglos XVI y XVII, cuando Alba Iulia era la capital del Principado. Entre sus huéspedes más ilustres estuvieron Gabriel Bethlen y Mihai Viteazul, cuya estatua está enfrente.
El edificio mezcla arquitectura renacentista y barroca, y tras años de deterioro está recuperando su esplendor gracias a un proceso de restauración. Hoy es un espacio cultural y museístico, pero no llegamos a entrar. Si tienes suerte, puede que te encuentres recreaciones históricas con soldados de época y música medieval.
Si quieres entender por qué Alba Iulia es tan importante para Rumanía, este es el lugar. Exposiciones bien cuidadas, piezas históricas y un recorrido que conecta perfectamente con lo que ves en las calles. Es otro de los lugares que puedes ver en Alba Iulia.
Si quieres sumergirte en el pasado romano de Alba Iulia, este museo es una parada obligada. Está construido sobre los restos del principia, es decir, el cuartel general del campamento romano de la Legio XIII Gemina.
En su interior encontrarás mosaicos, inscripciones y reconstrucciones que te ayudan a imaginar cómo era la vida en la fortaleza hace casi dos mil años. Únicamente nos asomamos a la puerta, no recuerdo el precio, pero vi que la visita es guiada.
Un punto extra que ver en Alba Iulia es, que mientras recorres la Ciudadela Alba Carolina, tienes que prestar atención a las esculturas. Aparecen casi de sorpresa en plazas, jardines o junto a las murallas.
También merece la pena fijarse en las fotos que hay repartidas por la ciudad con imágenes históricas.
Nuestra ruta no terminó aquí. Desde Alba Iulia pusimos rumbo a las Minas de Sal de Turda, un lugar increíble bajo tierra, con salas enormes, lagos y hasta una noria en su interior.
Después seguimos hasta Cluj-Napoca, una ciudad joven, vibrante y llena de vida. Fue el contraste perfecto tras la calma histórica de Alba Iulia.
Si quieres también te dejo toda la ruta de 9 díás que hice por Rumanía. Espero que esta pequeña guía de que ver en Alba Iulia te haya servido, si tienes cualquier duda no dudes en escribirme.
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