Qué ver en Pekín en un día
Todo lo que necesitas saber
¿Se puede ver Pekín en un día? Hay destinos que no sabes si merece la pena ver o no y Pekín estaba entre ellos. Aprovechando que había que hacer escala en Pekín para llegar hasta Tokio, decidimos hacer una escala más larga y pasar un día entero en Pekín. Pues bien el resultado fue genial, puesto que volvería otra vez e incluso algún día más.
Beijing es una ciudad muy muy grande, por lo que es necesario tener todo muy atado para que te dé tiempo a ver el mayor número de cosas posibles. Optamos por coger una excursión que nos llevaba a los tres puntos principales de la ciudad: el Palacio de Verano, la Ciudad Prohibida y el Templo del Cielo.
Índice de contenido
➭ Consejos prácticos:
➭ Qué ver en Pekín en un día:
→ 01. Palacio de Verano
→ 02. Las perlas en Pekín
→ 03. La Ciudad Prohibida
→ 04. Ceremonia del té
→ 05. Templo del Cielo
→ 06. Parque Jingshan, un mirador muy especial
➭ Dónde alojarse en Pekín:
➭ Cómo llegar a Pekín desde el aeropuerto:
Consejos prácticos:
- Si decides visitar Pekín por tu cuenta necesitas una app de mapas para moverte. Descarga aplicaciones como Baidu Maps para navegar por la ciudad de Beijing, porque para usar Google maps necesitar cambiar la VPN, que es otra opción.
- Es muy recomendable poder tener internet allí. Nosotros cogimos una eSIM para tener internet en todo momento y la verdad que funcionó muy bien. Las redes wifis de allí no funcionan muy bien, ni siquiera la del aeropuerto, además de tener bastantes restricciones a la hora de usar ciertas aplicaciones.
- En el interior de la Ciudad Prohibida hay una cafetería, pero los precios están inflados para el turista, así que te aconsejo llevar lo que necesites antes de entrar.
- En verano hay que ir preparado con gafas de sol, crema, gorra y agua, porque hace mucho calor y no siempre hay sombra donde poder refugiarse.
- Comprar las entradas de lo que vayas a ver por adelantado. Hay lugares como la Ciudad Prohibida con una alta demanda de visitantes. En el Palacio de Verano es más factible conseguir entradas, aunque te tocará hacer cola.
El Palacio de Verano de Pekín es uno de los lugares más especiales de la ciudad y conviene reservar varias horas para su visita. Es un complejo enorme donde hay un gran lago. El actual Palacio de Verano y el Jardín Imperial de Beijing datan de la dinastía Qing y servía de retiro para los emperadores.
Se necesita entrada para acceder a él, como llevábamos en la excursión todo incluido, las entradas las teníamos ya, por lo que no tocó hacer cola. El recinto es enorme, la verdad que da para pasar casi todo el día allí. Nuestra guía nos iba contando detalles y enseñando los lugares más emblemáticos.
Hay cosas que no te puedes perder, como el Gran Corredor, la Torre de Fragancia de Buda, el Barco de Mármol y la Calle Suzhou. A pesar de estar bastante lejos del centro de la ciudad, me parece un punto indispensable que ver en Pekín en un día.
Nos faltaron muchas cosas por ver, pero no dio tiempo a más. A la hora de salir, salimos por otra salida y allí nos esperaba nuestro vehículo para realizar la siguiente parada.
El tráfico de coches es horrible, por lo que los trayectos largos se hacían bastante pesados. La siguiente parada que hicimos fue en un lugar donde te explicaban la importancia de las perlas y los diferentes tipos de perlas de China. La verdad que fue una parada innecesaria, puesto que lo único que quieren es venderte alguna perla, no dijimos que no porque estaba diluviando. Aún así no tardamos mucho en salir y aprovechamos la parada para comer algo en un burguer que había cerca.
Lo mejor del paseo es que pasamos cerca de la zona olímpica donde se hicieron los últimos juegos de Beijing.
La Ciudad Prohibida es el lugar más importante y visitado que ver en Pekín en un día. Es especial hasta para los ciudadanos chino, puesto que en la actualidad pueden pasear por el que fue un lugar impenetrable.
Durante casi quinientos años, desde la dinastía Ming hasta el final de la dinastía Qing, fue la residencia oficial de los emperadores de China y su corte, así como centro ceremonial y político del Gobierno chino.
Al igual que el Palacio de Verano, para visitar la Ciudad Prohibida necesitarás una entrada. Aquí la guía no entró con nosotros, puesto que de entrar no la dejarían hacer su función ya que hay guías exclusivos para que te muestren este lugar tan impresionante que ver en Beijing. Y por lo que leí, no es tarea sencilla conseguir las entradas.
De tiempo nos como una hora allí, pero sin duda da para estar por lo menos dos horas si quieres recorrer cada uno de los rincones. Parecía que ibas a salir pero de repente aparecía otro majestuoso pabellón delante tuya, por eso es uno de los conjuntos arquitectónicos más grandes y mejor conservados del mundo.
Te aconsejo tomarlo con calma, disfrutar de cada tramo puesto que retroceder sobre tus pasos es algo que te restaría mucho tiempo. Se entra por un extremo y se sale por el contrario. En mi caso ese día llovía bastante, pero tenía claro que aunque diluviara tenía que pasar sí o sí.
Otra de las paradas del tour, que bueno sirvió como descanso, fue en una tienda donde nos hicieron una demostración de tés. No estuvo mal puesto que pudimos catar diferentes tipos de té, pero vamos está hecho para que compres algo. Personalmente no compramos nada, y no pasaba nada por no comprar.
Fue la última parada que hicimos con el tour de qué ver en Pekín en un día. Al igual que el resto de los sitios era necesario tener entrada.
El Templo del Cielo fue construido en el año 1420 y tanto la dinastía Ming como la Qing lo utilizaron para adorar y dar las gracias al cielo por los frutos obtenidos en la cosecha. Como todos los lugares de Beijing el lugar donde está es enorme, pero el punto clave es el templo.
Una vez que nos dejaron de vuelta en el hotel, decidimos ir al Parque Jingshan que estaba al lado de donde nos alojábamos. Estábamos cansados, pero mereció mucho la pena.
El parque es grande y bonito, pero teníamos muy claro dónde queríamos ir. Y es que en los templos situados en la parte superior, hay unos miradores con unas vistas únicas a la Ciudad Prohibida, el Mirador de la Colina del Carbón. Creo que son las mejores vistas de Pekín, puesto que aprecias lo grande que es el complejo de la Ciudad Prohibida.
Para pasar nuestra estancia de una noche en Pekín escogimos el Jingshan Garden Hotel. Nos decantamos por él por la proximidad a la Ciudad Prohibida y nos llamó la atención la decoración tradicional.
La calle donde está es estrecha y los coches no pueden acceder hasta la misma puerta del hotel, pero sin mayor importancia. La calle estaba en obras puesto que estaban remodelando una parte importante, por lo que estará aún mejor. El hotel tiene restaurante, algo que viene muy bien por si estás de paso por Beijing y no te quieres complicar buscando sitios donde cenar.
La habitación me pareció increíble. Además de ser bonita, era muy amplia, la cama muy cómoda y el baño, además de ser también enorme, no le faltaba detalle. Me pareció ideal para pasar una noche en Pekín.
Como fue un día que llovió, nos dejaron un paraguas que vino genial para refugiarnos de la lluvia. Y a la hora de hacer el check in y el check out fue muy sencillo.
No nos complicamos mucho y como íbamos a estar con el tiempo justo decidimos reservar un trasporte privado. Salir además del aeropuerto no es tarea rápida, puesto que hay que pasar todos los controles y te miran con lupa cualquier cosa. No te recomiendo llevar un mechero contigo.
Al final salimos más tarde, por culpa de migración, de la hora prevista que teníamos reservada para coger nuestro trasporte, pero no hubo problema. La comunicación con el conductor fue excelente y el hombre fue muy atento. Para volver al día siguiente cogimos también trasporte privado. Nos gusta coger esta opción siempre que no conocemos el lugar y queremos hacer desplazamientos en poco tiempo. Lo cogemos siempre a través de la página de Civitatis y la experiencia siempre ha sido buena.
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