🏞️ Qué ver en la Sierra de Francia
Ruta por los pueblos con más encanto de Salamanca
La Sierra de Francia es uno de esos rincones de Castilla y León que parece sacado de una postal y te quiero contar la ruta que hice. Declarada Reserva de la Biosfera por la UNESCO, esta comarca del sur de Salamanca está salpicada de pueblos con una arquitectura singular, calles empedradas, balcones floridos y una historia que se respira en cada rincón. Si estás organizando una escapada por la zona y te preguntas qué ver en la Sierra de Francia, aquí te propongo una ruta que pasa por algunos de sus pueblos más pintorescos.
Índice de contenido
➭ 🏘️ Mogarraz: el pueblo de los retratos ➭ 🏡 La Alberca: tradición y color en cada esquina ➭ 🌲 Sequeros: cultura entre montañas ➭ 🏯 San Martín del Castañar: murallas y piscinas naturales ➭ 🍷 Miranda del Castañar: sabor y fortaleza ➭ 🌳 El Cabaco: el corazón natural de la sierra ➭ 🏊 Bonus: un baño en la piscina fluvial de Abadía ➭ 📍 Cómo organizar tu visita a la Sierra de Francia01. Mogarraz: el pueblo de los retratos
Nuestra ruta por la Sierra de Francia comienza en Mogarraz, un pequeño pueblo que sorprende desde el primer paso. Lo más llamativo son los retratos en blanco y negro que decoran las fachadas de casi todas las casas. Son fotos de antiguos vecinos tomadas en los años 60 para el carné de identidad, que hoy cuelgan como homenaje y memoria viva.
Además de esta curiosidad, Mogarraz conserva un trazado medieval muy bien preservado y una tradición artesana que se nota en cada detalle. No dejes de pasear por sus estrechas calles y asomarte a alguna de sus tiendas de productos locales, como embutidos o licores de cereza.
A solo unos minutos en coche, llegamos a La Alberca, posiblemente el pueblo más famoso de la Sierra de Francia, y con razón. Fue el primer pueblo de España declarado Conjunto Histórico en 1940, y pasear por sus calles es como viajar atrás en el tiempo.
Sus casas con entramado de madera, los balcones repletos de flores, la Plaza Mayor siempre animada y los detalles religiosos en muchas fachadas hacen que cada rincón tenga encanto. No te vayas sin probar los dulces típicos, como las perrunillas o las obleas, y si tienes suerte, quizá veas a «La Moza de Ánimas», una figura vestida de negro que recorre las calles al anochecer tocando una campana para recordar a los difuntos. Una tradición única.
El siguiente alto en el camino en esta ruta por la Sierra de Francia es Sequeros, un pueblo tranquilo y acogedor rodeado de naturaleza. Aquí la calma es protagonista, pero también hay espacio para la cultura. Cuenta con un pequeño teatro, el Teatro León Felipe, y varios miradores naturales que ofrecen unas vistas impresionantes de la sierra.
Su iglesia parroquial de San Sebastián y la Ermita del Humilladero son paradas obligatorias si te interesa el patrimonio. Y si vas en otoño, los paisajes de los alrededores se tiñen de colores cálidos espectaculares.
Seguimos hacia San Martín del Castañar, un pueblo con un precioso casco histórico rodeado de murallas. Lo más curioso es que dentro del pueblo hay una plaza de toros excavada en la roca, una de las más antiguas de España. También puedes visitar el castillo, reconvertido en cementerio, desde donde las vistas son magníficas.
En verano, una gran opción es darse un baño en su piscina natural, con agua cristalina y un entorno verde inmejorable.
Nuestra siguiente parada en esta ruta por la Sierra de Francia es Miranda del Castañar, que no solo es bonito, sino también muy sabroso. Aquí fue donde nosotros paramos a comer en el restaurante Las Petronilas, y te aseguro que fue un acierto: cocina tradicional bien hecha, con productos locales de primera.
El pueblo conserva su muralla completa, por la que se puede caminar parcialmente, y un castillo medieval que preside la entrada al centro histórico. El trazado irregular de sus calles, sus arcos de piedra y su arquitectura tradicional la convierten en una joya poco masificada.
Terminamos la jornada con una parada en El Cabaco, un pequeño núcleo rural rodeado de bosques, ideal si te gusta el senderismo o simplemente respirar aire puro. Aquí se respira la esencia de la Sierra de Francia más auténtica, sin artificios.
El entorno es perfecto para rutas de naturaleza, ya sea a pie o en bici, y también es un buen lugar para alojarse si buscas tranquilidad total.
Para cerrar el día, nada mejor que un chapuzón en la piscina fluvial de Abadía, en el río Ambroz. Un lugar fresquito, con zona para tumbarse al sol, rodeado de naturaleza y perfecto para descansar después de esta ruta por los pueblos de la Sierra de Francia.
Es muy fácil hacerla en coche, aunque algunos trayectos son por carreteras estrechas de montaña, así que conviene tomárselo con calma y disfrutar del paisaje. Puedes dormir en pueblos como La Alberca, Miranda del Castañar o incluso en Baños de Montemayor (Cáceres), que aunque esté justo fuera de la zona, queda muy bien conectado.
Hacer una ruta por la Sierra de Francia es mucho más que ver pueblos bonitos. Es adentrarte en una tierra con alma, donde las tradiciones se mantienen vivas, la arquitectura cuenta historias y la naturaleza está siempre presente. Tanto si vas en pareja, con amigos o en familia, este rincón de Salamanca te va a sorprender.
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