Ruta de 9 días por Rumanía, Transilvania
Todo lo que necesitas saber
Índice de contenido
➭ Día 1: Llegada y ruta por Bucarest
➭ Día 2: Segundo día en Bucarest
➭ Día 3: Salida de Bucarest hasta Brașov
➭ Día 4: Visita al Castillo de Bran, Rasnov, Iglesia fortificada de Prejmer y de Harnan
➭ Día 5: Visita al Castillo de Peleș, Viscri y Sighișoara
➭ Día 6: Visita a Biertan y Sibiu
➭ Día 7: Visita al Castillo de Corvin y Timișoara
➭ Día 8: Visita a Alba Iulia, las Minas de Sal de Turda y Cluj-Napoca
➭ Día 9: Último día, regreso a Madrid
➭ Cosas importantes a tener en cuenta en tu viaje a Rumanía:
Día 1: Llegada y ruta por Bucarest
Teníamos un vuelo que salía super temprano desde Madrid, incluso días antes nos adelantaron la hora de salida, por lo que el primer día pudimos patear gran parte de la ciudad. Cogimos coche de alquiler directamente en el aeropuerto de Bucarest y teníamos concertado dejarlo en Cluj-Napoca, que era nuestro aeropuerto de salida.
Llegamos sobre la 13:00 al centro de la ciudad, dejando el coche aparcado cerca de nuestro alojamiento. Visitamos todo lo que fue el centro histórico de la ciudad, y sitios como el Ateneo Rumano que no tiene mucha información de como visitar, pues pudimos informarnos para entrar dentro al día siguiente. Te recomiendo por lo menos emplear algo más de un día puesto que la ciudad es bastante grande. Tengo un post detallando los 16 puntos más importantes que ver en Bucarest, además incluye dónde nos alojamos y donde comimos.
Día 2: Segundo día en Bucarest
Nos alojamos un total de dos noches en Bucarest, al día siguiente teníamos las entradas para visitar el Parlamento, un punto obligatorio que tienes que tener en cuenta para tu ruta por Rumanía. Este segundo día aprovechamos para visitar sobre todo los puntos más alejados del centro, como la Catedral de la Salvación del Pueblo Rumano y la Catedral Patriarcal.
Y no podía faltar hacer un free tour, en este caso cogimos el tour nocturno por Bucarest. Qué he de decir que nos gustó mucho, la chica que nos hizo de guía explicaba muy bien y la gente que vino al tour fueron todo muy majos, de los mejores tours que he hecho la verdad. Además la guía tuvo el detalle de traernos unos bombones y todo, pero sin duda es una buena forma de conocer un poco más profundamente la historia de la ciudad.
Para movernos por la ciudad fuimos andando prácticamente a todos los sitios, aunque cogimos dos veces un Bolt, que la verdad funcionó muy bien.
Tocaba dejar la gran ciudad e internarse en las regiones más rurales de Transilvania. A la hora de crear nuestra ruta por Rumanía, nos condicionó mucho los días que los castillos de Bran y de Peleș estaban abiertos al público. Lo suyo hubiera sido ir al castillo de Peleș a la hora de ir a Brașov, pero estaba cerrado, por lo que tocaba ir directo a Brașov. Desde Bucarest son unos 180 km y se tarda algo más de 3 horas hasta llegar a Brașov.
Por lo tanto fuimos directos y visitamos Brașov ese mismo día. La ciudad tampoco es muy grande y en un día puedes ver todos los puntos importantes, tienes un post con todos los detalles aquí. En Brașov cogimos un apartamento a las afueras para pasar un total de dos días, venía muy bien a la hora de ver los siguientes puntos.
Día 4: Visita al Castillo de Bran, Râșnov, Iglesia fortificada de Prejmer y de Harnan
El cuarto día fue cuando pudimos ir a visitar el Castillo de Bran, conocido por ser el castillo donde vivió Vlad el empalador, o como la literatura le popularizó, Drácula. Decidimos coger la primera hora del día, a las 10 de la mañana, fuimos con tiempo para poder ver el entorno y poder sacar alguna foto chula del castillo antes de entrar. Lo bueno de madrugar es que había poquita gente, porque luego se peto, tanto fuera como dentro.
El castillo se encuentra a unos 30 km de Brașov, tardamos poco más de media hora en llegar. Íbamos con nuestra entrada comprada online que incluía un guía en español, la suerte es que el grupo al final era muy reducido, fuimos nosotros tres y una pareja.
Dejamos el coche en un parking muy cercano al punto de encuentro, nos costó 20 lei, precio único, que pagamos a la salida en un bar que había al lado. Y porque fuimos legales, pero allí nadie vigilaba y no había control de quién salía y quien entraba, pero fuimos buenos y nos acercamos al bar para pagar.
A mí el Castillo de Bran me encantó, no esperes un castillo pomposo, su estilo es muy medieval y austero, y sin duda es un punto esencial en una ruta por Rumanía. El patio interior además es de cuento, la única pega es que nuestro guía no nos contó mucho sobre la historia de Vlad, se le veía además bastante novato.
Después de visitar el Castillo de Bran decidimos pasar por Râșnov, que estaba a unos 15 minutos. No esperábamos gran cosa, puesto que la fortaleza que hay arriba estaba cerrada, pillaba de paso y decimos hacer la parada, pero no es un lugar que recomiendo para ir a posta.
De aquí el siguiente punto era visitar la Iglesia fortificada de Prejmer, situada a unos 40 km y tardamos 35 minutos. Esta Iglesia fortificada de Prejmer fue fundada por los caballeros teutónicos germánicos y luego fue tomada por la comunidad sajona de Transilvania. Inicialmente fue católica y se convirtió en luterana después de la Reforma. Junto con la aldea circundante, la iglesia forma parte de las aldeas con iglesias fortificadas que son Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en Transilvania.
La entrada costó 30 lei, hay aparcamiento gratuito justo al lado y tienen máquinas expendedoras de tickets para comprar la entrada. Sinceramente, mereció la pena visitarla por dentro. Básicamente en medio de la fortificación está la iglesia y a los lados están las casas y lugares de oficio. La visita es libre, no es difícil de ver y lo bueno es que te puedes meter por cada rincón que tienen abierto. A mi me encanta descubrir y meterme por cada rincón que había, la verdad es que disfruté mucho subir y bajar por cada uno de los recovecos.
A la vuelta pillaba de paso visitar la Iglesia fortificada de Harnan, al ir a Prejmer la vimos al fondo y decidimos entrar también a verla. Es diferente de la anterior y desde fuera tenía su encanto, la entrada costó 20 lei y aquí la entrada la compras en la taquilla al entrar. Aquí también había aparcamiento gratuito y cercano a la iglesia.
Aprovechamos para comer en Harnan, así de vuelta teníamos la tarde libre para descansar y recuperarnos para seguir nuestra ruta por Transilvania.
Este quinto día tuvimos que deshacer parte del camino, como comenté nos tuvimos que amoldar a los horarios de los diferentes castillos a la hora de hacer esta ruta por Rumanía. Únicamente ese día, que aún estábamos cerca de esta zona, coincidía que estaba abierto el Castillo de Peleş. Se encuentra a 48 km de Brașov y tardamos como una hora y quince minutos, la carretera estaba en obras y para ir no tuvimos mayor problema, pero a la vuelta sí.
Si el Castillo de Bran destacaba por su sencillez, este castillo destaca por todo lo contrario. Fue la antigua residencia de verano de los reyes, fue construido en la época del rey Carlos I de Rumania y se convirtió en uno de los monumentos más importantes de Europa del siglo XIX.
Una curiosidad es que el Castillo de Peleş fue el primer castillo de Europa en tener electricidad y un ascensor. Fue expropiado por los comunistas en 1948 y devuelto a la Casa Real de Rumanía en 2007, siendo actualmente su propietaria Margarita de Rumania. A día de hoy se trata de uno de los monumentos más visitados del país y no es para menos, es otra parada obligatoria si tienes pensado ir de ruta por Rumanía.
Aquí también teníamos las entradas compradas con antelación y cogimos también a primera hora, a las 10 de la mañana. Para aparcar el GPS nos despistó un poco, porque terminamos primeramente en un hotel que había cerca, pero luego recalculamos y aparcamos en un parking público más cercano. Nos costó 30 lei que pagamos al guarda que había allí en el parking, ese si que iba controlando quién entraba y quién salía, pagas al llegar y también es precio único.
El castillo está al lado y no tardamos nada en llegar hasta la puerta. Había bastante gente haciendo cola, de hecho al principio la gente se arremolina mucho, pero luego según vas avanzando la gente se va dispersando. Hubo momentos que tuvimos las estancias del castillo casi para nosotros solos.
Tardamos algo más de una hora en recorrer todo el interior del castillo, que es espectacular, te recomiendo tomarlo con calma y sobre todo esquivar a los grupos que van con guía.
Castillo Pelișor
A la salida del castillo, muy cerca está el Castillo Pelișor, algo más pequeño y que requiere una entrada a parte. Este decidimos no entrar, ya habíamos visto uno, el otro iba a ser un poco más de lo mismo, y teníamos mucha ruta por delante.
Es una alternativa para pasar más tiempo aquí y disfrutar un poco más de la zona, puesto que esta en la montaña y el lugar es bastante idílico.
El siguiente punto era ir hasta Sighișoara que se encuentra a 167 km, casi tres horas se tarda en hacer el trayecto, por eso teníamos pensado parar en Viscri, que pillaba de paso. El camino se hizo muy pesado porque nos chupamos un atascazo tremendo, tardamos cuatro horas hasta llegar a Viscri, el doble prácticamente.
Viscri es un pequeño pueblo de Transilvania de apenas unos 500 habitantes, me pareció una parada espectacular en nuestra ruta por Rumanía. Destaca también por su iglesia fortificada, pero es que el pueblo parece estancado en el tiempo, con las calles sin asfaltar y las gallinas correteando por medio. Aparcamos en la misma puerta de la fortaleza, había otra opción que era dejarlo más abajo, pero nos guiamos por el GPS. La fortificación es más pequeña que las que habíamos visto anteriormente, la entrada costó 15 lei y al igual que las anteriores la visita es libre, puedes entrar por todos los sitios que tienen permitido el acceso. El pueblo junto con la fortificación también forma parte de Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en Transilvania.
La parada vino bien para estirar las piernas y continuar hasta nuestro destino final Sighișoara. Por cierto, menos mal que llevábamos algo de picoteo de los días anteriores, porque esa fue nuestra comida del día jeje.
Una vez que llegamos por fin a Sighișoara pudimos relajarnos y disfrutar un poco del día. Para dejar las cosas en el hotel pudimos acceder con el coche al centro, pero luego lo tuvimos que dejar fuera del recinto amurallado, que claro había que pagar por el estacionamiento. Cometimos el error de echar de más creyendo que el ticket servía para el día siguiente pero no, al día siguiente ya nos estaban esperando para cobrarnos el tiempo que habías estado desde las 7 de la mañana hasta que nos fuimos.
Lo bueno de Sighișoara es que se ve en poco tiempo, te dejo en otro post todos los detalles para que puedas ver los 8 puntos imprescindibles que ver en Sighișoara. De esta ruta por Rumanía fue una de los pueblos más bonitos que vimos en Transilvania.
Para el sexto día tocaba ir hasta Sibiu, que se encuentra a unos 90 km de Sighișoara, y se tarda algo más de una hora. De camino había otra iglesia fortificada, que en principio renunciamos parar porque ya habíamos visto unas pocas, pero… al final cuando pasamos al lado no pudimos resistirlo y bajamos a verla, porque desde fuera parece un castillo. He de decir que por dentro fue la más sosa de todas, hay pocas cosas que ver, la entrada fueron 20 lei y sinceramente me pareció más bonita por fuera. El estacionamiento estaba regulado por parquímetros.
Como algo opcional teníamos ir al Museo Astra de Sibiu, como se nos dio muy bien decidimos antes de visitar la ciudad ir a este museo al aire libre.Tienen recreación de casas tradicionales de Rumanía y la verdad es que nos gustó mucho, el recinto es enorme y encima el entorno era super agradable. Está todo repleto de árboles con dos grandes lagos y se nota que lo tiene bastante cuidado.
Puedes comprar tu entrada en las taquillas y cuesta 35 lei, o también puedes adquirirlas online en su página web oficial.
Al finalizar nuestra visita pusimos rumbo a Sibiu, y el hotel que escogimos contaba con parking por lo que el tema de dejar el coche estaba solucionado. Escogimos un hotel que además contaba con spa, así que aprovechamos el día para comer y ver la ciudad y a última hora de la tarde bajamos a relajarnos un poco al spa del hotel. Esta ciudad es muy reconocible porque sus tejados parecen que no te quitan el ojo de encima, te dejo aquí un post con los puntos más importante qué ver en Sibiu.
Para el séptimo día tocaba seguir camino y teníamos una gran distancia por recorrer. En principio Timișoara no entraba dentro de nuestros planes, pero mi insistencia por ir hasta esta preciosa ciudad de Rumanía dio sus frutos. De camino teníamos el Castillo de Hunyad o Castillo de Corvin, cuya entrada cuesta 50 lei y la teníamos comprada por internet. Dejamos el coche en un aparcamiento que hay justo al lado y el señor nos cobró 15 lei, en efectivo, y fuimos también a primera hora a las 10 de la mañana.
Está considerado uno de los castillos más bellos del mundo, después de haber visto los dos anteriores, para mí este es el más flojo. Por dentro no tiene mucho más que recorrer sus salas, muchas de ellas vacías. Antes de acceder al puente hay unos tornos, que afean el aspecto, y nos tocó verlo también con bastantes andamios. Por fuera es brutal, varias películas y algún videoclip ha sido rodado allí, pero bueno no fue un mal punto en nuestra ruta por Rumanía.
Después de la visita tocaba coger el coche y hacer 168 km, como dos horas y cuarto aproximadamente. Lo bueno que no pillamos nada de atasco, parte del trayecto fue por autopista y no se hizo muy pesado el viaje.
El alojamiento que pillamos aquí también contaba con parking, aún así como era domingo aparcar en cualquier zona era gratuito, por lo que no tuvimos ningún problema. Siempre intentamos coger alojamientos lo más cerca del casco antiguo, sin que se pase de precio, y he de decirte que acertamos con este. Todos los detalles del alojamiento y los puntos más importantes que ver en Timișoara te lo dejo aquí.
Timișoara es un punto ideal también para empezar la ruta por Rumanía, y cuenta con la plaza más bonita de toda Rumanía. Nos gustó mucho la ciudad, se nota la influencia austrohúngara en sus edificios señoriales, que muchos de ellos aún se están restaurando.
Para el penúltimo día tocaba deshacer el camino recorrido para llegar hasta nuestro punto de vuelta a Madrid, que era Cluj-Napoca. Antes de llegar a Cluj-Napoca teníamos apuntado un último punto por ver Alba Iulia que se encontraba a unos 218 km y tardamos algo más de dos horas y media.
Los principales lugares de interés de Alba Iulia se encuentran en el recinto de la ciudadela. Dejamos el coche fuera del recinto amurallado en un parking gratuito, y de ahí fuimos andando al centro. Visto desde arriba la ciudadela tiene forma de estrella con varios fosos antes de entrar, la verdad que es una pasada puesto que está super bien conservada. Tardamos muy poquito en recorrerla y nos pareció un buen punto en nuestra ruta por Rumanía.
Seguimos camino, quedaba poco más de una hora, y antes de llegar a Cluj-Napoca teníamos entradas para ver las famosas Minas de Sal de Turda. Lo espectacular de estas minas se esconde en su interior y es que dentro tienen una especie de parque de recreo, yo flípe.
Puedes jugar al minigolf, montar en una noria e incluso darte un paseo en barca. Entrar a estas minas tampoco estaba dentro de nuestra ruta final por Rumanía, pero si que era una opción probable. Una de las noche lo decidimos y estando en Rumanía compramos las entradas online en su web oficial.
Acaba nuestra visita por las minas, comimos en Turda y la verdad que el pueblo estaba bastante solitario y no tenía nada de especial, por lo que nos dirigimos hacia Cluj-Napoca. En principio las expectativas no eran muy altas y más después de haber vistos algunos sitios tan bonitos. Pues efectivamente en un tarde nos dio tiempo de ver los principales puntos de Cluj-Napoca. En nuestro primer intento de ruta la idea era pasar dos noches aquí, pues menos mal que no lo hicimos porque nos hubiéramos aburrido muchísimo. Te dejo todos los detalles tanto del alojamiento como los puntos que visitar en Cluj-Napoca aquí.
Era ya nuestro último día en Rumanía y tocaba ponerle fin a la ruta. Antes de irnos decidimos visitar el Jardín Botánico de Cluj-Napoca, puesto que el centro ya lo teníamos bastante pateado y como era festivo estaba todo cerrado. Fue un paseo agradable y toda la gente que no había en el centro estaba por allí dando una vuelta.
Al terminar nuestra visita fuimos a dejar el coche de alquiler en el lugar concertado, muy cerca del aeropuerto. Luego ellos te llevan hasta la puerta de la terminal de salida. Ve con tiempo al aeropuerto porque el control de salida fue un poco tedioso, había bastante gente para pasar el control de seguridad, no fue muy ágil la cosa.
Espero que este post de mi ruta por Rumanía te haya servido de ayuda y te anime a visitar parte de Transilvania y descubrir un bello país.
- Llevar algo de dinero en efectivo, hay sitios como los aparcamientos de los castillos, que solo admiten pagos en efectivo. Claro, en estos sitios suele haber un hombre allí que no cuenta con datáfono ni nada.
- Intenta comprar las entradas por anticipado, va a ser más cómodo y rápido. Pero sobre todo si quieres ver el Parlamento sí o sí te aconsejo que lo tengas mirado de antes.
- Los precios de los alojamientos en Rumanía es un pelín más barato que en España, pero ha subido todo tanto que no te esperes grandes chollos. Antiguamente todo salía mucho más barato, al igual que la comida.
- En nuestro viaje nos topamos con gente encantadora, maja y amable pero también con gente un poco borde, especialmente en algún restaurante.
- Ojo con el tema propinas porque no son obligatorias. A la hora de pagar en muchos restaurantes te hacen una sugerencia de si quieres incluir un 10%, 12% o 15% de propina. Nosotros optamos por dejar siempre el mínimo, pero si no quieres no tienes obligación.
- Los enchufes en Rumanía son como los de España de dos clavijas y 220 v, por lo que no es necesario adaptador.
- El agua es potable en todos los sitios, te lo digo porque nosotros rellenamos la botella de agua para llevar siempre con nosotros.
- Primavera y otoño son las mejores épocas para viajar a Rumanía, puesto que los veranos suelen ser calurosos y los inviernos muy fríos.
- Para alquilar un coche y montarte tu propia ruta por Rumanía no es necesario el permiso de conducir internacional, simplemente con tu carnet de conducir español en vigor es suficiente.
- Respecto a conducir y tomar alcohol que sepas que las normas en Rumanía son muchísimo más restrictivas que en España. Al igual que en otros países de Europa del Este tienen la norma de alcohol 0.0 al volante. Por lo tanto si bebes, no conduzcas, y las luces tienen que ir siempre encendidas.
- El estado de las carreteras sorprendentemente era muy bueno, se nota que las autopistas no tienen mucho tiempo y son nuevas. Eso sí, de camino a Timișoara nos topamos con que parte de la autopista estaba aún en obras.
- Otro tema interesante y que siempre surge es sobre la manera de conducir de los rumanos, no vayas con miedo, conducen igual de mal que muchos conductores aquí en España. No tuvimos ningún susto ni vimos accidentes, lo que sí te aviso es que te encontrarás carros y burros cuando vayas por carreteras comarcales.
- Si lo de alquilar coche no va contigo o no tienes carnet, te recomiendo que vienes varios días contemples la posibilidad de coger alguna excursión organizada para ver algo de los alrededores.
Sin comisiones, ideal para tus viajes 🌍
8 Cosas que hacer en Sighişoara
8 Cosas que hacer en Timișoara
10 Cosas que hacer en Brașov
16 Cosas que ver en Bucarest
8 Cosas que hacer en Sibiu
Todo sobre mi experiencia alquilando coche en Rumanía
10 Cosas que ver en Cluj-Napoca
Sígueme
Contacta conmigo



















