Visitar Cueva de las Güixas y Canfranc

Ruta por Huesca

Esta ruta nos permitió combinar historia, naturaleza y cultura, preparándonos para visitar la cueva de las Güixas y Canfranc, un plan imprescindible si estás recorriendo la zona. Siguiendo nuestra ruta desde la localidad de Loarre, nos dirigimos hacia el Monasterio de San Juan de la Peña, recorriendo unos 70 km que nos llevarían aproximadamente una hora.

De camino, aprovechamos para hacer algunas paradas previas y disfrutar del paisaje. Nuestra visita estaba programada a las 12:00, aunque debíamos llegar media hora antes, por lo que tuvimos tiempo suficiente para hacer pequeñas exploraciones matutinas. 

Mallos de Riglos:

Nuestra primera parada, absolutamente imprescindible, fue tomar un pequeño desvío para contemplar los Mallos de Riglos desde abajo. El día anterior los habíamos visto desde el Mirador de los Buitres, pero ahora queríamos disfrutar de otra perspectiva que nos permitiera apreciar su impresionante altura y colorido. Fue sin duda, una parada imprescindible antes de visitar la Cueva de las Güixas y Canfranc.

Mallos de Riglos

La entrada al pueblo es la misma que la salida, así que no se tarda nada en verlo, y sin duda merece la pena detenerse un momento. A lo largo del camino, irás descubriendo rincones preciosos, y nosotros hicimos varias paradas antes de llegar al Monasterio de San Juan de la Peña. Para más información sobre el monasterio, puedes consultar toda la información pinchando AQUÍ.

En el trayecto pasarás por Santa Cruz de la Serós y subirás por la montaña, donde se encuentra un mirador con vistas espectaculares. Como íbamos con hora, continuamos directamente hacia el monasterio, pero a la vuelta sí que paramos a disfrutar tanto del mirador como del pueblo. Santa Cruz de la Serós es encantador, y destaca especialmente la Iglesia de Santa María, que en su día fue una abadía benedictina. La entrada al monasterio incluye también el acceso a esta iglesia.

Santa Cruz de la Serós

El horario del monasterio es de 10:00 a 14:00 y de 15:30 a 19:00. Aunque ya era hora de comer, decidimos seguir camino y almorzar más tarde en Jaca, donde teníamos nuestro alojamiento. De esta manera pudimos hacer el check-in y dejar las maletas antes de continuar nuestra ruta para visitar la cueva de las Güixas y Canfranc, nuestra siguiente parada en este recorrido lleno de historia y paisajes espectaculares.

Parada en Jaca:

Nuestra primera parada en Jaca fue para comer, y elegimos el Café Bar Wilson, situado en la Avenida Juan XXIII, 2. El lugar es acogedor y muy práctico, ofreciendo hamburguesas, sándwiches, ensaladas, tostadas y bocadillos. Además, el trato del personal fue excelente, y realmente disfrutamos de la comida; las hamburguesas estaban especialmente ricas, así que sin duda lo recomiendo para una parada rápida y satisfactoria.

Después de comer, nos dirigimos a nuestro alojamiento en Hotel A Bora, ubicado en la Calle Valle de Ansó, 3. La situación es ideal, muy céntrica y cerca de la ciudadela, lo que facilitaba pasear por el casco histórico. Además, el precio era bastante razonable. Sin embargo, debo mencionar que la entrada al hotel fue algo peculiar: nadie nos atendió personalmente, todo se gestionó a través del telefonillo, y las llaves estaban directamente en la puerta de nuestra habitación. Para colmo, el telefonillo se escuchaba bastante mal. Aun así, una vez dentro, la estancia resultó cómoda y funcional para pasar la noche antes de continuar nuestra ruta y visitar la cueva de las Güixas y Canfranc.

Estación de Canfranc:

Después de comer y descansar un poco en Jaca, nos pusimos rumbo a la Estación de Canfranc, situada a tan solo 23 minutos en coche. La estación es impresionante y merece la pena conocerla. Si quieres visitarla por dentro, hay visitas guiadas en distintos turnos, normalmente a las 11:30 y a las 17:00. La entrada cuesta 4 € para adultos, 1,50 € para niños de 6 a 10 años y es gratuita para menores de 5 años. Para más información, puedes consultar su página web.

Estación de Canfranc

En nuestro caso, no habíamos reservado, y al preguntar en el punto de información nos confirmaron que no había plazas disponibles. Aun así, no nos preocupamos demasiado, porque ya teníamos otra visita planeada para la jornada.

Nuestra última parada del día era la Cueva de las Güixas, que se encuentra a tan solo 10 minutos en coche desde Canfranc. Este lugar es ideal para cerrar la ruta del día, combinando historia y naturaleza en un solo plan. Gracias a su proximidad, se puede disfrutar de la cueva sin prisas y aprovechar el resto del día para contemplar el paisaje de los alrededores.

Cueva de las Güixas:

Para visitar la Cueva de las Güixas es importante planificar bien el horario. Las visitas guiadas suelen realizarse a las 12:00, 16:30 o 18:00, y en nuestro caso elegimos la última opción, lo que nos permitió recorrer la zona con tranquilidad antes de entrar.

En cuanto al precio de las entradas, los adultos pagan 8,08 €, mientras que los niños de entre 6 y 14 años abonan 7,13 €. Los menores de 6 años pueden acceder de manera gratuita, lo que convierte la visita en un plan ideal para toda la familia. Además, es recomendable llegar con unos minutos de antelación, ya que así se puede aprovechar mejor la explicación del guía y disfrutar de todos los rincones de la cueva.

Visita

Para la visita a la Cueva de las Güixas es importante tener en cuenta algunos detalles prácticos. Primero, es obligatorio el uso de mascarilla durante todo el recorrido y, además, te recomiendo llevar algo de abrigo, ya que dentro de la cueva la temperatura es fresca. También es aconsejable revisar la disponibilidad y reservar la entrada online a través de su página web, así evitarás quedarte sin plaza.

Las cuevas se encuentran en el municipio de Villanúa, y aparcar no resulta complicado, ya que hay suficiente espacio en la calle. Al llegar, hicimos el check-in de nuestras entradas, y nos explicaron cómo se desarrollaría la visita y qué se puede hacer en la zona. El punto de encuentro se sitúa junto al gran árbol que hay en la entrada.

Si llegas con tiempo, te recomiendo recorrer el sendero que pasa al lado de la cabaña de información; allí podrás disfrutar de una bonita zona del río. De lo contrario, también hay varias rutas de senderismo que te permiten aprovechar el día antes de entrar en la cueva.

El recorrido en sí es bastante fácil; únicamente hay una pequeña subida que puede resultar más complicada. Sin embargo, si no te sientes capaz, puedes darte la vuelta y reencontrarte con el grupo en un punto anterior, ya que la entrada y salida se realiza por el mismo lado. Durante la visita podrás observar pequeños murciélagos; son totalmente inofensivos, aunque si te da algo de miedo, conviene tenerlo en cuenta.

Experiencia

La guía hizo que la experiencia fuera muy amena y, además, su explicación sobre la historia y formación de las cuevas resultó fascinante. La visita en total dura aproximadamente una hora. Antes de entrar, te pedirán que te desinfectes las manos, y a partir de ese momento la guía comienza con la narración sobre estas impresionantes cuevas.

Al finalizar la visita a la Cueva de las Güixas, regresamos a Jaca, aprovechando para cenar y dar un paseo por la ciudad por la noche, de modo que pudiéramos descansar y estar listos para explorar más al día siguiente.

Mapa del recorrido:

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