🏛️ Qué ver en Matera en un día
Guía completa para tu visita
Visitar Matera en un día es posible, especialmente si viajas desde Bari y te voy a contar qué ver. Así fue mi caso, llegué en un crucero con parada en Bari y contraté una excursión para descubrir esta joya única en el sur de Italia. El trayecto duró poco más de una hora en bus, y se hizo muy ameno gracias a las explicaciones de la guía que nos acompañaba.
Matera, en la región de Basilicata, es una de esas ciudades que parecen sacadas de otra época. Famosa por sus Sassi, las antiguas casas excavadas en la roca, este lugar ha sido declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y ha servido de escenario en películas como La Pasión de Cristo o 007: Sin tiempo para morir.
Índice de contenido
➭ 🚍 Cómo llegar a Matera ➭ 📖 Historia de Matera ➭ 🚶 Recorrido por Matera en un día🚍 Cómo llegar a Matera
Existen varias formas de llegar a Matera, siendo Bari el punto de partida más común. En mi caso fue a través de una excursión organizada. Una opción ideal para quienes llegan en crucero o tienen poco tiempo. Te aseguras transporte directo, guía y aprovechar al máximo el día sin preocuparte por horarios.
Otra opción es en autobús, la más práctica y económica. Los buses salen con frecuencia desde la estación central de Bari y el trayecto dura entre 60 y 75 minutos. También puedes ir en tren, con la línea de Ferrovie Appulo Lucane (FAL), aunque no es tan directa como el bus. El recorrido suele durar unas 2 horas con varias paradas intermedias. Vi que la estación de tren estaba en obras, no se si están en obras de mejorar la conexión.
Y por supuesto también puedes ir en coche, ideal si prefieres moverte por tu cuenta. La carretera desde Bari a Matera está en buen estado y el trayecto no supera la hora. Es una alternativa cómoda si planeas recorrer más pueblos de Basilicata. Eso sí ten en cuenta que no podrás aparcar en el centro, mira bien donde dejar el coche.
La historia de Matera es tan sorprendente como sus paisajes. Se trata de una de las ciudades más antiguas del mundo que ha estado habitada de manera continua, con orígenes que se remontan a la Edad de Piedra. Sus famosas casas excavadas en la roca, conocidas como Sassi, comenzaron a construirse hace miles de años y hoy representan un testimonio único de la vida rupestre en el Mediterráneo.
Durante siglos, los habitantes de Matera vivieron en estas cuevas adaptadas como viviendas, iglesias y almacenes. Sin embargo, a mediados del siglo XX, las condiciones de vida en los Sassi eran extremadamente duras, carecían de agua corriente y de luz eléctrica. Fue entonces cuando el gobierno italiano decidió desalojar a la población y trasladarla a nuevas viviendas en otras zonas de la ciudad.
Paradójicamente, lo que en su día se consideró un símbolo de pobreza y atraso, más tarde se convirtió en un auténtico tesoro cultural. Con el paso del tiempo, Matera recuperó el valor de su pasado rupestre y en 1993 los Sassi fueron declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Gracias a su autenticidad y a su belleza escénica, la ciudad también ha servido como escenario de múltiples producciones cinematográficas, entre ellas “La Pasión de Cristo» de Mel Gibson y la película de James Bond «Sin tiempo para morir”. Este reconocimiento internacional ha impulsado su transformación en un destino turístico imprescindible en Italia.
Nuestra visita comenzó en la Piazza Vittorio Veneto, uno de los puntos más amplios y animados de Matera. Allí destaca el imponente Palazzo dell’Annunziata, un edificio histórico que domina la plaza. Este lugar es ideal para orientarse antes de adentrarse en la parte antigua de la ciudad. Ese día además había una especie de mercadillo con bastantes cosas hechas a mano.
Antes de continuar, aprovechamos una parada práctica, en la misma plaza hay baños públicos. Justo al lado, se encuentra un pequeño balcón conocido como Belvedere Luigi Guerricchio, y debo confesar que cuando me asomé por primera vez me quedé sin palabras. Desde allí se obtiene una vista panorámica increíble de los Sassi, el primer gran vistazo de lo que te espera en este viaje al pasado. Aprovecha a ir a primerísima hora porque luego este punto estaba repleto de gente.
En la misma plaza se halla también la entrada al Palombaro Lungo, una enorme cisterna subterránea construida en el siglo XVI para almacenar agua. Aunque no siempre se incluye en las excursiones, nuestra guía nos dijo que merece la pena visitarlo si tienes tiempo, ya que permite comprender cómo se organizaba la vida en esta ciudad excavada en la roca. Desde aquí comenzamos nuestro recorrido, que bien podría considerarse el punto de partida ideal para descubrir qué ver en Matera en un día. Antes de atravesar la puerta fíjate bien en las pinturas de la entrada.
Desde la plaza comienza el descenso hacia los famosos barrios rupestres. El camino es sencillo y está perfectamente señalizado. Los carteles guían a los visitantes por una única ruta que baja hasta la Via Fiorentini. Es un paseo que combina historia y paisajes, con rincones que parecen detenidos en el tiempo.
Todo el trayecto me pareció fascinante, encima como fuimos muy temprano apenas había gente en las calles. Pasear por allí, con la ciudad a los lados fue una de esas experiencias que te marcan. La verdad que ayudó mucho también el hecho de llevar un guía que te iba explicando con detalle lo que era la vida tiempo atrás.
Recorrimos toda la vía hasta llegar a la Via Madonna delle Virtù, la otra calle que rodea la ciudad por debajo. En este tramo tuvimos la oportunidad de visitar una casa cueva tradicional. Entrar en uno de estos hogares excavados en la roca permite hacerse una idea real de cómo vivían los habitantes de Matera hace apenas unas décadas, antes de que fueran desalojados.
A partir de este punto ya fuimos por libre y decidimos subir hasta la Catedral de Matera, situada en la parte alta de la ciudad. Construida en estilo románico-pugliese en el siglo XIII, destaca por su fachada sobria y elegante, y por el espectacular panorama que se disfruta desde la explanada. Desde aquí se domina buena parte del Sasso Barisano, ofreciendo una de las vistas más icónicas de Matera. La entrada es de pago y decidimos no entrar para no entretenernos mucho, teníamos el tiempo limitado.
El siguiente punto fue la Chiesa di San Giovanni in Monterrone, una iglesia rupestre excavada directamente en la roca. Estos templos son uno de los grandes atractivos de Matera, ya que muestran la fusión única entre arquitectura y naturaleza. Aunque sencilla, transmite una espiritualidad especial que recuerda la importancia de la fe en la vida de sus antiguos habitantes. Las vistas desde aquí eran fascinantes, creo que es una ciudad para poder disfrutar la noche, espero volver.
Después de descender nuevamente hacia la Via Fiorentini, nos dirigimos al Convento di Sant’Agostino, un conjunto religioso del siglo XVI que se alza sobre un acantilado con vistas espectaculares al Sasso Barisano. Su fachada barroca y su ubicación estratégica lo convierte en un punto imprescindible de la ruta, la entrada era gratuita pero el interior de la iglesia me pareció de lo más normal.
Durante el paseo nos dimos cuenta de un detalle importante, Google Maps no siempre acierta en las calles de Matera. En varias ocasiones nos envió por caminos sin salida o por callejones cerrados. Mi consejo es que no te agobies y, si esto ocurre, simplemente retrocede y sigue el instinto tomando la ruta que veas más directa hacia tu destino. Así fue como, tras callejear un poco más de lo previsto, llegamos de nuevo a la Piazza Vittorio Veneto, donde aprovechamos para descansar y disfrutar de un delicioso helado en la Gelateria Caffè Cremeria dell’Angelo. Sin duda, una de las mejores formas de terminar la visita, porque nada como un auténtico helado italiano para despedirse de Matera con buen sabor de boca.
La visita a Matera puede adaptarse al tiempo y al tipo de experiencia que busques, en mi caso tuve que ver Matera en un solo día. La buena noticia es que recorrer los Sassi en sí es gratuito, ya que son barrios abiertos que se disfrutan paseando por sus calles y miradores. Sin embargo, hay algunos lugares que requieren entrada.
- Palombaro Lungo (Cisternas utilizadas para almacenar agua). Está abierto todos los días de 10:00 a 19:00 horas y la entrada ronda los 5€ por persona.
- Casas cueva. Hay varias abiertas al público y el precio suele estar entre 3 y 5€, dependiendo del lugar. La que nosotros visitamos es porque nos llevó el guía, antes de entrar hay una tienda con souvenirs, a simple vista no parece una casa cueva.
- Iglesias rupestres. Algunas se pueden visitar gratis, pero otras, como Santa Maria de Idris o San Giovanni in Monterrone, tienen un precio aproximado de 3€.
- Museos locales. Existen diferentes pequeños museos y centros de interpretación, con entradas de 3 a 6€.
- En cuanto a la Catedral de Matera, la entrada básica tiene un coste de unos 3€, aunque si quieres acceder con audioguía o visita guiada el precio sube ligeramente.
Importante, la mayoría de los puntos turísticos aceptan pago en efectivo o con tarjeta, y normalmente tienen la tabla de precios antes de entrar.
Ver Matera en un día es una experiencia inolvidable, pero hay ciertos detalles que conviene tener en cuenta para disfrutarla al máximo.
Para empezar, lo mejor es llevar calzado cómodo. Las calles empedradas y las pendientes del casco antiguo pueden resultar algo exigentes, y agradecerás estar preparado. Aunque se puede hacer una visita express en 3 horas, lo ideal es disponer de al menos medio día para recorrer bien las zonas principales y disfrutar de los miradores. Evita las prisas porque Materas es un lugar que se disfruta despacio y más con tanta cuesta.
Otro aspecto importante es el calor. En verano las temperaturas suben bastante, así que conviene llevar agua y protegerse con gorra o sombrero y crema solar. Si puedes, intenta programar tu visita a primera hora de la mañana, cuando el ambiente todavía es fresco y hay menos turistas recorriendo los Sassi.
En cuanto a la orientación, ten en cuenta que Google Maps no siempre es tu mejor aliado aquí. A veces puede indicar rutas por calles sin salida o en obras, no te frustres si ocurre. Simplemente retrocede y busca otro camino, las señales turísticas suelen estar bien colocadas y, en realidad, perderse un poco también tiene su encanto en una ciudad tan especial.
Si va a ser tu primera vez o no sabes mucho sobre la historia de Matera, te recomiendo hacer una visita guiada. Recorrer los Sassi con un guía local enriquece muchísimo la experiencia, ya que las explicaciones permiten entender la importancia histórica y cultural de Matera. Y por supuesto, deja un hueco para poder sentarte un rato y disfrutar del ambiente local.
En definitiva, Matera es una de esas ciudades que hay que visitar al menos una vez en la vida. Sus Sassi, su historia milenaria y sus impresionantes paisajes la convierten en un destino único en Italia. Aunque un día basta para conocer sus principales atractivos, la sensación que deja es la de querer volver con más calma.
Así que, si estás planeando un ver el sur de Italia o una parada en Bari durante un crucero, no lo dudes, dedica tiempo a descubrir todo lo que Matera te ofrece en un día. Estoy segura de que, al igual que a mí, te fascinará desde el primer vistazo.
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