Visita al Castillo de Neuschwanstein y al Castillo de Linderhof
El Castillo de Neuschwanstein, o como popularmente se le conoce con el sobrenombre del Castillo del Rey Loco, está situado en el estado de Baviera en Alemania. Actualmente es el edificio más fotografiado y uno de los destinos turísticos más populares de Alemania. Es una excursión ideal para hacer desde Múnich, puesto que en un día se puede ver este y también el Castillo de Linderhof.
Índice de contenido
➭ Un poco de historia sobre el Castillo de Neuschwanstein:
➭ Cómo llegar al Castillo de Neuschwanstein:
➭ Entradas al Castillo de Neuschwanstein:
➭ Cómo ir desde las taquillas hasta el Castillo de Neuschwanstein:
➭ Qué ver en el Castillo de Neuschwanstein:
➭ Visita en Oberammergau:
➭ Visita al Castillo de Linderhof:
➭ Consejos a tener en cuenta:
Un poco de historia sobre el Castillo de Neuschwanstein:
Lo mandó construir el rey Luis II de Baviera en 1869 y pretendía ser el nuevo castillo de Hohenschwangau, en honor al castillo donde el rey pasó gran parte de su infancia. El nombre fue cambiado después de la muerte del rey.
Se le conoce con el sobrenombre de Rey Loco porque este castillo nació de la imaginación de Luis II como una fantasía romántica de un castillo medieval. En una época en la que los castillos y fortalezas ya no eran necesarios desde el punto de vista estratégico. Su situación sobre el desfiladero de Pöllat en los Alpes Bávaros y los lagos Alpsee y Schwan hacen que la estampa sea de cuento.
Cuando murió el rey, el castillo de Neuschwanstein aún no estaba terminado. La intención de Luis II no era que el castillo estuviera abierto al público, pero tan solo seis semanas después de su muerte, las puertas del castillo se abrieron a los visitantes.
Tienes diferentes formas de llegar al Castillo del Rey Loco:
- En tren; desde Múnich hay que ir hasta Füssen, la población más cercana al castillo. Se tarda unas dos horas en hacer el trayecto y luego desde Füssen hay que tomar el autobús 73 o 78 hasta Neuschwanstein Castles, Schwangau.
- En Coche; si vas tardas aproximadamente poco menos de dos horas. Luego el coche deberás dejarlo en el parking que hay abajo cerca de las taquillas del castillo.
- Mediante una Excursión; nosotros optamos por hacerlo así, de esta manera no nos teníamos que preocupar de los traslados ni las entradas. Puedes optar por reservar la excursión al castillo de Neuschwanstein desde Múnich o esta más completa que es la excursión al castillo de Neuschwanstein y al Palacio de Linderhof también desde Múnich.
Desde la página web oficial, tienes diferentes tipos de entrada, tanto visitar únicamente el Castillo del Rey Loco, como visitar varios castillos a la vez. También tienes la posibilidad de comprarlo en taquilla, pero no es muy aconsejable puesto que se agotan enseguida.
Otra manera es contratando una excursión desde Múnich que te lleva hasta el Castillo de Neuschwanstein, te aconsejo que si coges esta opción escojas la visita combinada con el Palacio de Linderhof. Fue lo que hicimos y la verdad que fue todo genial, puesto que no te tienes que preocupar de nada.
Para llegar hasta la puerta del Castillo de Neuschwanstein hay un tramo de subida bastante importante. El trayecto es de 1,5 km, se puede ir andando, pero la pendiente es relativamente pronunciada por lo que puedes tardar entre 30 a 40 minutos.
Nosotros optamos por coger un autobús lanzadera, salen desde el parking 4 y te aconsejo bajarte en Marienbrücke o Puente de María. Desde este puente tendrás las mejores vistas del Castillo y ya de aquí a la entrada son solo unos 500 metros. El precio del bus es de 2,50 € para subir y 1,50 € para bajar o 3 € ida y vuelta.
Una última opción, pero que no te recomiendo, es en coche de caballos. Antes de subir al castillo nos dejaron algo de tiempo libre para poder hacer fotos, dar un paseo por esa zona o por si necesitábamos comprar algo.
La visita al interior del Castillo del Rey Loco se puede hacer únicamente guiada y dura unos 30-40 minutos. Al no tener guía que hable español, hay una persona que te acompaña y te dan una audioguía que te va explicando todo.
Nada más entrar al Castillo de Neuschwanstein hay una zona donde esperas al aire libre. Lo tienen muy bien organizado, hay una serie de colas y una pantalla donde van indicando la hora de los visitantes que pueden entrar. Al ir tan organizado la visita fluye muy bien.
Solo visitas una pequeña parte, las habitaciones que tienen algo de mobiliario. Dentro no te dejan hacer fotos, el único momento es desde uno de los balcones que sales y allí sí que puedes hacer fotos de las vistas que son maravillosas.
Una vez terminas la visita te aconsejo ir a otro de los miradores que hay antes de bajar, y de paso si puedes bajar andando hasta Hohensckwangau, es un agradable paseo. Teníamos tiempo además y abajo aprovechamos a comer algo antes de partir al siguiente punto.
Si escoges la excursión más completa, la verdad es que da tiempo de ver más cosas en el mismo día. El siguiente punto después del Castillo de Neuschwanstein era ir a Oberammergau, el pueblo Bávaro de los cuentos.
Oberammergau destaca porque muchas de sus casas están decoradas con frescos que reciben el nombre de Lüftlmalerei. Estos murales son típicos de los pueblos de la Alta Baviera. Nos dieron una pequeña vuelta y nos explicaron algunos de ellos, luego tuvimos tiempo libre para pasear libremente.
Verás escenas religiosas mezcladas con motivos florales, pero las que destacan y son más populares son las escenas de cuentos de hadas, como Caperucita Roja o Hansel y Gretel. Hacía bastante calor y fue una parada ideal para tomar un rico helado.
La última parada de la excursión es en el Castillo de Linderhof, otro castillo de Luis II de Baviera, más pequeño que el Castillo de Neuschwanstein, pero con mucho encanto. Está muy cerca de Oberammergau, por si quieres hacer la ruta por tu cuenta.
Se nota la gran influencia francesa de este castillo, destacando sus amplios jardines y fuentes. De los proyectos de Luis II, éste es el más pequeño y el único que vio terminado.
Frente a la fachada principal hay una gran alberca con una fuente dorada dedicada a la Diosa Flora. El chorro de la fuente llega alcanzar hasta 25 metros de altura y funciona cada 30 minutos, únicamente con la presión natural del agua acumulada.
Muy cerca, junto a las escaleras, hay un precioso árbol el cual rompe con la simetría del lugar. Se trata de un tilo de unos 300 años de antigüedad, el cual aporta el nombre al palacio. Estos jardines están coronados por un templo redondo con la estatua de Venus.
Además detrás del palacio también se halla una zona de parterre, con una fuente dedicada a Neptuno y una cascada artificial.
La visita al interior es con audioguía y tampoco dejan hacer fotos.
Hay otros edificios en el recinto como el Quiosco Morisco o la Casa Marroquí, pero lo que destaca es la llamada Gruta de Venus. Para la gruta había que tener otra entrada y también un poco más de tiempo. La excursión la verdad que fue muy completa, porque al final como las visitas a los castillos van tan encorsetadas en tiempo, la programación fue ideal.
En esta excursión al Castillo de Neuschwanstein y de Linderhof, todos los trayectos los hicimos en un autobús, con una guía acompañante que fue muy maja y no se hizo pesado en ningún momento.
Es muy importante tener en cuenta que este es uno de los lugares más visitados del país, por lo que es prácticamente imprescindible reservar tu entrada con antelación, sobre todo si quieres asegurarte la entrada en temporada alta.
Recuerda que la visita a los interiores son únicamente con guía y no puedes separarte del grupo, pero el resto lo puedes recorrer de forma gratuita y sin guía.
Si decides ir por tu cuenta, y vas en coche, a la hora de comprar las entradas hay que indicar la hora de visita y no se puede modificar. Así que tienes que contar con el tiempo que tardarás hasta llegar al Castillo, recuerda que la taquilla no está al lado de la puerta.
Al interior del Castillo no podrás entrar con cochecitos, mochilas u objetos de grandes dimensiones. Te recomiendo dejar las cosas o en tu coche o si puedes en el bus. Porque por fuera es bonito pero por dentro también, merece la pena entrar sí o sí.
No podrás hacer fotos ni en el interior del Castillo de Neuschwanstein ni en el Castillo de Linderhof, y con los alemanes no tentaría la suerte de intentar hacer alguna foto.
Sí vas a hacer la visita por tu cuenta y tienes tiempo, aprovecha y visita el Castillo de Hohenschwangau, que es el que verás desde el Castillo de Neuschwanstein. Existe una entrada conjunta para ver los dos.
Recuerdo ir primero al Puente de María (Marienbrücke) para obtener las mejores vistas. No hace falta que cruces el puente entero, desde el inicio se ve perfecto.
Si puedes llévate tu propia botella de agua, nos costó una botella pequeña 2,50€. Y si vas con la excursión la parada para comer será después de visitar el Castillo de Neuschwanstein.
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