Qué ver y hacer en Múnich
Todo lo que necesitas saber
Índice de contenido
➭ Cómo llegar del aeropuerto al centro:
➭ Dónde alojarse:
➭ Qué ver en Múnich:
→ Puertas Medievales
→ Karlsplatz
→ Iglesia de San Miguel
→ Catedral de Múnich
→ Marienplatz
→ Iglesia de San Pedro, Alter Peter
→ Viktualienmarket
→ Hofbräuhaus am Platz
→ Odeonsplatz
→ Viscardigasse
→ Ofgarden
→ Residencia
→ Asamkirche
→ Eisbachwelle
➭ Qué ver fuera del casco histórico
→ Olympiapark
→ Konigsplatz
→ Maximilianeum
→ Theresienwiese
→ Palacio Nymphenburg
Cómo llegar del aeropuerto al centro:
La manera más sencilla y rápida para llegar hasta el centro de Múnich es tomar el tren. Hay dos líneas de tren que te llevan del aeropuerto hasta la estación principal de Múnich, la S1 y la S8. La S1 va hacia el oeste y la S8 hacia el este.
Ambas paran en München Hauptbanhof, la estación central de trenes de Múnich y hacen parada también en la Marienplatz, en pleno centro de la ciudad.
La estación de tren está ubicada en la planta baja de la zona central del aeropuerto, aproximadamente entre la terminal 1 y 2, aunque más cerca de la 1.
La S1 tarda unos 46 minutos en ir hasta el centro mientras que la S8 es un poco más rápida unos 41 minutos, asi que te recomiendo que cojas el que pase antes, puesto que la diferencia tampoco es mucho. Aproximadamente sale un tren cada 10 minutos desde el aeropuerto.
Te recomiendo sacar el billete de tren por internet, aunque también lo puedes comprar allí, pero sobre todo tienes que validarlo una vez comprado porque si no lo validas te pueden multar. Para la ida si que pasaron dos revisores pidiendo billetes.
Hay un billete sencillo y otro que es el Airport-City-Day-Ticket, que es un billete que sirve para viajar durante todo el día en toda la red de transporte de MVV. Nosotros cogimos este último y así aprovechábamos ese día a movernos libremente de un lado de la ciudad a otro sin preocuparnos de sacar más billetes.
Importante: cuando viajas al aeropuerto desde el centro en la S1 hay que tener en cuenta que el tren se divide en dos en Neufahrn, procura subirte en los vagones de cola que son los que van al aeropuerto.
Otra opción es ir en bus, cogiendo el Lufthansa Airport Bus que cuesta 11€ o 18€ si coges solo ida o ida y vuelta. Los autobuses parten cada 15 minutos y tarda unos 45 minutos en llegar hasta el centro de la ciudad. Como el tren resultó tan cómodo decidimos no usar la opción del autobús.
Mirando las opciones de alojamiento en la ciudad optamos por hospedarnos en Brunnenhof City Center, a unos 10 minutos andando de la Karlsplatz. Esta fuera del centro histórico y salía más económico que uno más céntrico, pero no estaba mal porque podíamos ir andando perfectamente al centro y también quedaba muy cerca de la estación central de trenes, también a unos 10 minutos andando.
El barrio donde está el hotel, a priori, no parece muy seguro porque se ve mucha inmigración y muchos puestos turcos pero la verdad que si te quitas ese prejuicio el barrio no parece tan malo, además se veía que había zonas que las están reconstruyendo.
El hotel no estaba nada mal, fue muy cómodo y la habitación y el baño son bastante grandes. Además era una zona tranquila sin ruido por lo que se dormía bien.
Tenían una opción de desayuno, la cual no cogimos, puesto que al lado había una cafetería donde desayunamos la mayoría de los días para no tener que depender de una hora fija de desayuno.
Lo más importante que tienes que tener en cuenta es que el centro histórico de la ciudad es muy pequeño y tienes los principales monumentos muy cerquita unos de otros. Se puede visitar todo perfectamente andando, de hecho te enumero los puntos en función de la proximidad uno de otros. A parte te pondré también algunos otros lugares un poco más alejados y que pueden ser de tu interés.
Destacar que la ciudad de Múnich conserva tres puertas de la antigua ciudad medieval; Karlstor, Sendlinger Tor, Isartor, todas ellas restauradas. Nosotros pasamos mucho por la Karlstor porque nos pillaba siempre de paso del hotel hasta el centro, de la otras dos la más bonita y que merece la pena ver es la de Isartor.
Uno de los puntos habituales de quedada es esta plaza, lo vi por lo concurrida que estaba a ciertas horas del día y también porque sirvió de punto de encuentro a uno de los tours que hicimos. Esta plaza para nosotros era la antesala para entrar al casco viejo de Múnich.
Atravesando la Karlstor y tomando la calle que nace desde esta puerta, el primer monumento destacable que nos encontramos fue la imponente Iglesia de San Miguel. Llama mucho la atención, a mi me daba la sensación por fuera de parecer más un palacio que una iglesia.
Si está abierta te recomiendo entrar porque es realmente imponente, además están enterrados aquí algunos miembros de la dinastía Wittelsbach, como Luis II de Baviera.
Uno de los pocos edificios que se salvaron de la Segunda Guerra Mundial fue la Catedral de Múnich, que logró mantenerse casi intacta durante el conflicto, puesto que sirvió de punto de referencia para los bombardeos. Sin duda un punto indispensable que ver en Múnich.
El interior es muy sobrio, lo más llamativo es sin duda la llamada “huella del diablo” que se encuentra a la entrada. La leyenda dice que durante la construcción el arquitecto hizo un trato con el diablo, pero el arquitecto fue más listo que el diablo y al ver el engaño el diablo enfureció y dio un pisotón que dejo esa marca en el suelo.
Sin duda la plaza más importante de la ciudad de Múnich es la Marienplatz, punto principal de quedada de los free tours y centro neurálgico del casco antiguo. En esta plaza encontraremos el Nuevo y Viejo Ayuntamiento de Múnich. El patio interior del Nuevo Ayuntamiento está abierto al público, pero he de decirte que según entras de la plaza hacia el patio, hay una puerta a la derecha por la que cualquier persona puede pasar y visitar el ayuntamiento por dentro. Esto nos lo comentaron en el free tour que hicimos, lo único que los domingos, que fue cuando lo hicimos, pues el ayuntamiento evidentemente estaba cerrado.
La fachada del nuevo ayuntamiento es espectacular, pero lo que más llama la atención sin duda es su carillón, que todos los días suena. En el Viejo Ayuntamiento actualmente se encuentra un museo del juguete. Otros puntos destacables de esta plaza son la Columna de María, que es la que da nombre a la plaza, la fuente Fischbrunnen y la estatua de Julieta.
Justo al lado de Marienplatz nos topamos con la Iglesia de San Pedro, la más antigua de Múnich. Una iglesia imprescindible que tienes que ver en Múnich. Uno de los principales atractivos de esta iglesia es el mirador que tiene en su torre, ofrece sin duda las mejores vistas de la ciudad.
Subir cuesta 5€, la subida es a pie a través de unas escaleras. Hay alguna parte un poco más estrecha lo bueno que hay algunos descansillos en el camino donde poder hacer alguna parada para subir los más de 300 escalones que tiene.
Hay ciertas horas del día donde una banda sube a tocar, te recomiendo subir a primera hora, es cuando menos gente hay.
Si la iglesia está abierta, te recomiendo entrar y fijarte en un detalle de una de las capillas de los laterales, puesto que hay un esqueleto enjoyado bastante peculiar. Es el esqueleto de Santa Mundicia, la patrona de las solteronas, la encontrarás según entras a la izquierda.
Encima de su osario hay uno mucho más pequeño que contiene el cráneo de San Erasmo de Formiae, patrón de los marineros y protector contra las dolencias intestinales. A menudo se le pasa por alto debido al elaborado ataúd de su vecino de abajo.
Rodeada de antiguos castaños, fuentes y el árbol de mayo, esta gran plaza ofrece una gran cantidad de puestos que conforman un mercado de viandas típicas de la región. Destacar que el agua que sale de las fuentes que hay en esta plaza y también de otras de la ciudad, son agua potable, excepto que ponga específicamente que no lo es.
En esta plaza comimos varias veces en el Biergarten y la verdad que fue todo un acierto, porque la comida estaba buenísima. Probamos el codillo, gulash y un variado de salchichas. Para sentarte en este lugar sólo tienes que ver una mesa libre e ir a ella, sino también puedes compartir mesa si la mesa que queda es grande y hay sitio. Nosotros el primer día compartimos una mesa grande con otras dos personas que ya estaban sentados en una mesa grande.
La Staatliches Hofbräuhaus in München, también llamada Hofbräu München o Hofbräuhaus am Platz, es sin duda la cervecería más famosa de Múnich. Se calcula que visitan sus salones unas 35.000 personas al día, a lo largo del tiempo se ha convertido en una atracción turística más. Nosotros entramos pero había tanta gente y teníamos tanta hambre que decidimos ir a otro sitio más tranquilo para comer. Para los amantes de la cerveza aquí encontrarás las marcas típicas de la ciudad, pero a la hora de comer nos comentaron que la comida es normalita.
Otra de las plazas más populares y donde además se organizan eventos es en la Odeonsplatz, de hecho cuando estuvimos estaba llena de sillas, puesto que había una serie de conciertos en la plaza.
En la plaza destacan el Feldherrnhalle, que es una copia de la famosa Loggia della Signoria de Florencia, porque el rey Luis de Baviera era muy fan de la arquitectura italiana. Y la iglesia de los Teatinos y de San Cayetano donde hay una pequeña capilla que alberga los restos de Maximiliano II y otros miembros de la familia Wittelsbach. No entramos puesto que por el evento se acumulaba mucho la gente en los alrededores y contábamos con el tiempo justo.
Muy cerquita de la plaza de Odeonsplatz hay una calle trasera que es la de Viscardigasse. En la época nazi cuando pasabas por esta plaza, tenían que hacer el típico saludo ante un monumento que pusieron. La gente detractora de este régimen decidía tomar un desvío y pasar por esta calle trasera para tener que evitar pasar por esta plaza y tener que levantar la mano para hacer ese saludo.
Desgraciadamente los nazis se enteraron de esta triquiñuela y decidieron dejar a soldados en un punto de esta calle para detener a aquellos que pasaban por aquí, te puedes imaginar el destino de ellos. En su memoria en el suelo hay una especie de camino que señala la dirección que tomaban y hasta que punto llegaban.
Estos jardines pertenecían a los jardines del palacio real de Múnich y que hoy en día es un parque abierto a todo el mundo y donde poder disfrutar de un agradable paseo.
El palacio real es la denominada Residencia y fue el lugar escogido, por los reyes de Baviera, para vivir. Nos quedamos con ganas de visitarlo por dentro, pero no íbamos con el suficiente tiempo, nos dijeron que la visita es larga y si quieres ver el palacio sin prisas por lo menos hay que invertir un par de horas largas.
La puerta de acceso está en la Max-Joseph Platz donde también encontrarás el Teatro Nacional de Múnich.
La iglesia de los Asam, que no está muy alejada del centro, es sin duda un desvío que merece la pena tomar puesto que su interior es una maravilla y está considerada como uno de los ejemplos más importantes del Barroco tardío o Rococó.
A pesar de no tener playa, uno de los deportes más típicos de esta ciudad es el windsurf, y es que a la ciudad de Múnich no le falta de nada. Uno de los parques más importantes es el Jardín Inglés, el gran pulmón verde de la ciudad. Pues en su día hicieron una desviación del río Isar para llevar agua a esta zona que era de cultivos. Pues aprovechando una parte del río hicieron un generador de olas que hoy día, además de haberse convertido en un punto turístico más, es donde los windsurferos practican con su tabla por eso no te ha de extrañar si ves por la ciudad a gente con su tabla en la mano.
Como curiosidad, si te gusta la arquitectura, hay un edificio de la época nazi, se distingue muy fácilmente y es muy reconocible.
Lo más importante, como he dicho, está en lo que es el casco histórico, pero fuera del centro también hay varios puntos a destacar y que también merecen la pena ver si vas a estar varios días en Múnich.
A pesar de estar alejado del centro, creo que merece la pena dar un paseo por este parque. Nosotros vinimos hasta aquí puesto que vinimos a un concierto al estadio olímpico. Este parque fue creado para las Olimpiadas de Múnich de 1972, y creo que a pesar de los años, sigue siendo una zona moderna y llena de ambiente. Destaca la zona más alta del parque, donde hay un mirador, y la torre de telecomunicaciones que tiene un restaurante y también cuenta con mirador en todo lo alto.
Además cerca de ahí esta el BMW Museum, que si te gustan los coches seguro te fascinará. No nos dió tiempo de ver esta zona en condiciones pero si vuelvo sin duda le dedicaré tiempo a esta zona.
La Konigsplatz es una plaza bastante amplia, llegamos hasta allí tomando un desvío largo hacia otro punto. A la plaza se abren un grupo de edificios neoclásicos, cada uno muestra de uno de los órdenes clásicos y con una función diferente. La Gliptoteca, del jónico, alberga una gran colección de esculturas clásicas, los Propíleos, del dórico, como memorial por el ascenso al trono de Otón I de Grecia, y la Staatliche Antikensammlungen, del corintio, como colección estatal de antigüedades.
Este peculiar y gran edificio pertenece a la fundación Maximilianeum, una institución muniquesa en la que los alumnos más aventajados de toda Baviera pueden alojarse durante sus estudios universitarios. Es necesario superar varias pruebas de acceso para vivir en este imponente edificio del siglo XIX que, a su vez, es la sede del parlamento de Baviera.
El conocido como Theresienwiese, prado de Teresa, es el lugar escogido por los alemanes para celebrar el famoso Oktoberfest. Solo vale la pena ir en plena fiesta, puesto que el resto del año se trata de un descampado sin nada más. Eso si, si decides ir en época de Oktoberfest, prepárate para grandes multitudes y días de fiesta infinita, los alojamientos se agotan en seguida y salen el doble de caros.
El punto más alejado, pero que creo que merece la pena visitar es el Palacio de Nymphenburg, que fue la residencia de verano de los reyes de baviera. Además del palacio los jardines que rodean este lugar son preciosos. No he llegado a ir, pero he visto fotos y creo que es muy recomendable, otro punto pendiente que me quedó por ver en Múnich.
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