Qué ver y hacer en Rennes
Todo lo que necesitas saber
¿Sabes qué ver y hacer en Rennes? Esta ciudad es la capital de la región de Bretaña y sin duda una parada que recomiendo hacer. En un principio no entraba dentro de nuestros planes, era ir aquí o tirar más hacia la región de Normandía, pero pedimos consejo en el alojamiento donde estábamos y nos recomendaron Rennes y fue un gran acierto.
Esa noche aún pasábamos noche aún cerca del Mont Saint-Michel. Te cuento el recorrido que hicimos por está bella ciudad en la que empleamos prácticamente todo el día para verla tranquilamente.
Dónde dejar el coche:
Fuimos un domingo, por lo que aparcar en una calle cerca del centro de Rennes y gratis fue relativamente fácil. A penas dimos un par de vueltas y encontramos un lugar a unos 5 minutos a pie de la oficina de turismo.
Sino hay una serie de aparcamientos en el centro de la ciudad y luego otros disuasorios que están más alejados del centro.

Como no teníamos una ruta preparada decidimos ir directamente a la Oficina de Turismo de Rennes que está situada en la Plaza de Santa Anne, y la verdad que fue todo un acierto, puesto que nos dieron un mapa donde te indicaban todos los lugares más importantes de la ciudad.

Ya de por si la Oficina de Turismo llama la atención puesto que está al lado del Convento de los Jacobinos, que hoy en día es un centro de congresos y el día que fuimos había un mercado de artesanía, pero no entramos.

Justo en frente esta la imponente Iglesia de San Aubin que queda justo en medio de la plaza sin ningún edificio a su alrededor.

La plaza llama ya la atención nada más llegar por las fachadas de sus edificios que tienen el típico entramado de madera tan distintivo de esta zona de Francia.

Después de quedarnos absortos en sus edificios decidimos seguir el recorrido que nos indicaba el mapa e ir hacia la Plaza de Lices, donde se encuentra el Mercado de Lices, uno de los mayores de Francia.

Aunque para mi gusto, lo que más me gusto fue alguno de los edificios que están en esta plaza, me parecían increíbles.

Justo al lado se encuentran las Puertas Mordelesas, que aunque la parte principal estaba en obras pudimos verlas, eso sí no están a simple vista hay que meterse en un callejón. Es uno de los puntos que tienes que ver en Rennes.

Estas puertas datan del siglo XV y son parte de la antigua muralla medieval que protegía la ciudad y que a lo largo de su vida ha servido como casa, prisión e incluso como discoteca. Con la restauración de esta zona, que queda un poco escondida a simple vista, se quiere hacer una conexión de la ciudad antigua y con la parte moderna.
También al lado encontramos la Catedral de Saint-Pierre, otro punto que ver en Rennes.

Cuando llegamos había misa y decidimos no pasamos, pero luego más tarde volvimos a ir por allí y decidimos entrar y ver su interior.

Algo que te recomiendo hacer en Rennes, aquí y allá donde vayas, es callejear y perderte un poco por las calles, aunque te vaya marcando los puntos uno por uno, si que es verdad que intentábamos pasear por cada una de las calles y descubrir rincones diferentes y dejarnos sorprender, aunque la lluvia nos sorprendiera de vez en cuando a nosotros.
En general en toda esta región, y más en otoño como fuimos nosotros, suele llover bastante, pero al igual que te puede caer un chaparrón de la nada, luego sale el sol durante un buen rato y viceversa.

Después de caminar llegamos a la Plaza de la Mairie donde se encuentra la Ópera de Rennes y la Casa Consistorial de Rennes.
Con motivo de las navidades había un mercadillo puesto en medio de la plaza, pero en esta plaza estaban todos los puestos cerrados.
Justo al lado de esta plaza se encuentra el Parlamento de Bretaña, el cual se puede visitar previa reserva. La plaza estaba también llena de puestos pero estos si que estaban abiertos, y aquí fue donde nos pillo la lluvia, por suerte pudimos refugiarnos en los soportales que hay cerca de la Plaza de la Mairie. Pero como he comentado al igual que llovió mucho paró y pudimos seguir la ruta.

Tocaba la hora de comer y en la oficina de turismo nos dijeron que cerca del río había un gran mercadillo de navidad donde poder comer, y así lo hicimos.
Pasamos primero por delante de la Plaza de la República, que está situada en una amplia avenida ideal para pasear.

De allí seguimos por el paseo hasta llegar al Mercado de Navidad que estaba cerca del Puente de Bretaña.
Había una pequeña noria, diferentes puestos de navidad y varios de comida donde elegir.
Optamos por comprar una especie de paninis calientes, un par de donuts gigantes que compartimos y para beber optamos por tomar vino caliente, algo muy típico.
Por último dimos un pequeño paseo y decidimos poner fin a nuestra visita a Rennes. Espero que este post te haya servido para saber qué ver y hacer en Rennes, el próximo destino será Saint-Malo.
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