Visitar el Museo Sorolla
Todo lo que necesitas saber
Si estás pensando en visitar el Museo Sorolla, te encontrarás con un lugar que fue mucho más que un museo. De igual manera servía de vivienda y taller a Joaquín Sorolla y Bastida, junto a su mujer y sus tres hijos. El edificio, construido en 1911, conserva el encanto de la época y, tras la muerte del artista y su esposa, pasó a manos del Estado, por lo tanto, su deseo de convertirse en museo fue posible.
No obstante, al recorrer sus estancias, se mantiene el ambiente original de muchos espacios, lo que permite imaginar la vida cotidiana de la familia Sorolla. Además, podrás disfrutar de una amplia colección de obras del pintor y descubrir numerosos objetos personales, incluyendo el estudio donde Sorolla encontraba inspiración para sus pinturas.

Si vas a visitar el Museo Sorolla, llegar es muy sencillo gracias a su buena ubicación en el Paseo del General Martínez Campos, N.º 37. Además, cuentas con varias opciones de transporte público que facilitan el acceso. Por ejemplo, las estaciones de metro más cercanas son Iglesia (línea 1), Rubén Darío (línea 5) y Gregorio Marañón (líneas 7 y 10), lo que permite acercarte desde distintos puntos de la ciudad.
Asimismo, si prefieres el autobús, varias líneas pasan muy cerca del museo, entre ellas la 5, 7, 14, 16, 27, 40, 45, 61, 147 y 150. Por lo tanto, tanto si vienes en metro como en autobús, llegar a este rincón lleno de arte y historia es realmente cómodo.
Si planeas visitar el Museo Sorolla, te conviene tener en cuenta sus horarios para organizar mejor tu visita. De martes a sábado, el museo abre de 9:30 a 20:00, mientras que los domingos y festivos el horario se reduce, permaneciendo abierto de 10:00 a 15:00.
En definitiva, es importante recordar que la última visita se permite hasta las 19:15, por lo que conviene llegar con suficiente antelación para poder disfrutar de todas las salas sin prisas. Por otro lado, el museo permanece cerrado todos los lunes del año, así como los días 1 y 6 de enero, 1 de mayo, 1 y 9 de noviembre, y los días 24, 25 y 31 de diciembre.
Si decides visitar el Museo Sorolla, tienes varias opciones para adquirir tu entrada, puedes comprarla directamente en las taquillas del museo o hacerlo cómodamente online. La entrada general tiene un precio de 3 €, mientras que la entrada reducida cuesta 1,50 €.
Además, el museo ofrece acceso gratuito en determinadas ocasiones y para ciertos colectivos. Por ejemplo, los sábados a partir de las 14:00 y los domingos, así como en fechas especiales como el 18 de abril, 18 de mayo, 12 de octubre y 6 de diciembre. También pueden entrar gratis los menores de 18 años, estudiantes de entre 18 y 25 años, titulares del Carné Joven, personas mayores de 65 años o pensionistas, personas con discapacidad, personas en situación legal de desempleo, miembros de familias numerosas, docentes y socios de la Mutua Madrileña.
Por otro lado, el acceso a los jardines del museo y a la tienda es siempre gratuito, por lo que incluso si no compras entrada, podrás disfrutar de estos espacios y aprovechar para llevarte un recuerdo de tu visita.
Al visitar el Museo Sorolla, lo primero que harás es dirigirte a la taquilla si aún no has comprado tu entrada. Se encuentra a la izquierda nada más entrar, y justo al lado está la tienda de regalos, donde puedes echar un vistazo a pequeños recuerdos del pintor. Desde allí, te recomiendo seguir hacia la derecha y luego girar a la izquierda para recorrer el jardín; un espacio tranquilo que ya da una primera impresión de la delicadeza y armonía que caracterizan la casa de Sorolla. De igual modo, los carteles señalizados facilitan mucho el recorrido, así que no tendrás problema en orientarte.
Al adentrarte en la casa-museo, descubrirás tres estancias principales. La primera está dedicada exclusivamente a cuadros, lo que permite sumergirse de lleno en la obra del pintor. La segunda combina la pintura con mobiliario, ofreciendo un contexto más íntimo de cómo vivía y trabajaba Sorolla. Finalmente, llegarás al salón principal, el más amplio y espectacular de todos. Aquí se concentra la colección más importante de pinturas, junto con el despacho y numerosos objetos personales con los que Sorolla desarrollaba su arte. Sin duda, es la estancia donde podrás detenerte más tiempo, observando cada detalle y sintiendo más cerca la esencia del artista.
Segunda planta
A continuación, subirás a la planta superior, que suele albergar exposiciones temporales. Dependiendo de la época de tu visita, es posible que encuentres muestras especiales, que complementan perfectamente la experiencia de visitar el Museo Sorolla. Después de recorrer esta planta, descenderás por otra zona de la casa, pasando por el salón, el comedor y el antecomedor, todos conservados tal y como los tenía el pintor. Estos espacios transmiten una sensación de intimidad y autenticidad, y te permiten imaginar cómo era la vida cotidiana en la casa de Sorolla.
Finalmente, al salir a la calle, habrás completado un recorrido que combina arte, historia y la atmósfera única de un hogar convertido en museo. Visitar el Museo Sorolla es, sin duda, una experiencia enriquecedora para cualquier amante del arte, y un paseo que permite conectar con la obra y la vida de uno de los grandes pintores españoles de principios del siglo XX.
Conclusión
Para resumir, visitar el Museo Sorolla es una experiencia muy recomendable, especialmente si te gusta el arte y quieres conocer más a fondo la obra y la vida de Joaquín Sorolla. El museo es acogedor, se recorre con facilidad y conserva el encanto de la vivienda original del pintor. Además, su ubicación en un barrio tranquilo de Madrid permite combinar la visita con otros museos cercanos. Por ejemplo, muy cerca se encuentra el Museo Lázaro Galdiano, así que si quieres aprovechar tu tiempo y optimizar tu ruta cultural, puedes incluir ambos en el mismo día.
Sin duda, visitar el Museo Sorolla te permitirá disfrutar de un recorrido lleno de arte, historia y un ambiente único que transmite la personalidad del artista en cada rincón de su casa.

Si después de visitar el Museo Sorolla quieres seguir descubriendo el arte y la historia de Madrid, tienes un montón de opciones interesantes muy cerca. Por ejemplo, puedes acercarte al Museo Arqueológico de Madrid para conocer el pasado de España o al Museo Thyssen-Bornemisza, que alberga una colección impresionante de pintura europea.
Si por el contrario, te interesa el arte clásico y las colecciones privadas, no te puedes perder el Museo Cerralbo, ni el Museo Lázaro Galdiano, que además queda cerquita del Museo Sorolla y permite combinar la visita fácilmente. Para los amantes del siglo XIX, el Museo del Romanticismo ofrece una experiencia muy agradable.
En particular, Madrid también tiene museos singulares que no requieren mucho tiempo para visitar, como los museos de metro de Madrid, donde puedes conocer la historia del transporte de la ciudad, o el Museo de Artes Decorativas, ideal para los que disfrutan del diseño y el mobiliario histórico. Y si buscas algo diferente, el Frontón Beti Jai es un espacio único donde el deporte y la historia se mezclan.
En pocas palabras, con todas estas opciones, seguro que puedes planear una ruta cultural completa y aprovechar al máximo tu estancia en la capital.
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